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La revolución de los pagos contactless

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En los primeros días de las tarjetas de crédito, las transacciones dependían de recibos manuales. Los detalles de la tarjeta se transferían a papel a través de máquinas impresoras, que presionaban físicamente la tarjeta contra papel carbón para producir una copia de los detalles de la misma. Aunque este método era innovador en su momento, era laborioso y lento. Además, era propenso a errores humanos y aumentaba el riesgo de fraude, ya que los detalles de la tarjeta estaban expuestos y podían ser duplicados fácilmente (por no mencionar la lista negra de tarjetas que se recibía periódicamente). Existía una clara necesidad de reducir errores, acelerar el proceso de transacción y mejorar la seguridad de cada pago.

La revolución de los pagos contactless

La introducción de la banda magnética en la década de 1960 en ese sentido. La banda almacena electrónicamente la información del titular de la tarjeta. Al deslizarse por un lector, transfiere los datos de forma rápida y precisa, simplificando considerablemente el proceso de pago. La banda magnética es menos propensa a errores en comparación con la impresión manual y aumentó la velocidad de las transacciones.

Sin embargo, los datos en la banda son estáticos. Si alguien logra capturar estos datos, podría clonar potencialmente la tarjeta. Con la expansión del comercio y la normalización de las transacciones electrónicas, se evidenció la necesidad de un sistema más seguro.

Esto condujo a la introducción de la tecnología EMV (chip y PIN). El microchip incorporado en la tarjeta añade una capa adicional de seguridad. Almacena la información del titular de la tarjeta de manera más segura que la banda magnética y puede requerir un Número de Identificación Personal (PIN) para autorizar la transacción (algo que normalmente se reserva para montos grandes o sectores particulares, y que no está disponible en todas las regiones). La principal motivación detrás de este cambio fue reforzar la seguridad. Al requerir el PIN correcto, incluso si alguien tenía la tarjeta física, no podría completar una transacción sin el PIN asociado.

Llegamos a la era del chip NFC (Comunicación de Campo Cercano). Los chips NFC se comunican con terminales de pago de forma inalámbrica cuando se colocan cerca. La motivación fue crear un método de pago más rápido y amigable para el usuario, garantizando el más alto nivel de seguridad en un mundo cada vez más digitalizado.

La llegada de las tarjetas contactless transformó fundamentalmente el panorama de los pagos, redefiniendo las experiencias de consumidores y comerciantes. Ya no era necesario lidiar con efectivo o esperar a que la máquina procese el deslizamiento o la inserción del chip. En su lugar, un simple toque en el terminal es suficiente, a menudo omitiendo la necesidad de ingresar un PIN para cantidades menores. Esto creó un proceso de pago sin fricciones que marcó un notorio contraste con el pasado.

La aceleración en la velocidad de las transacciones fue otro factor revolucionario. Las tarjetas tradicionales con banda magnética o con métodos de chip y PIN implican múltiples pasos, desde deslizar hasta esperar, y en ocasiones, incluso introducir un PIN. Las tarjetas contactless simplificaron este proceso, y en conjunto con la mejoras en las redes y servicios, el tiempo se redujo a solo unos segundos, facilitando pagos ágiles. Los negocios, especialmente aquellos con alta afluencia de público, notaron una mejora significativa en la eficiencia de su servicio, con colas notoriamente reducidas.

En términos de seguridad, aunque hubo aprensiones iniciales sobre la solidez de los pagos contactless, al basarse en el estándar EMV, cada transacción contactless genera un código único de un solo uso, haciendo que los datos capturados sean inútiles para fines ilícitos. Además, al establecer límites en las transacciones sin verificación de PIN, se estableció una capa adicional de protección contra pagos no autorizados o inadvertidos. Aún así, al día de hoy se siguen manteniendo los estándares previos, los mismos comercios piden al cliente probar insertando la tarjeta cuando falla en pago contactless, o deslizarla para leer la banda cuando falla el pago con chip.

Más allá de estos cambios inmediatos, es imposible ignorar las implicaciones más amplias de este tipo de tarjetas para el comercio. Su auge significó una migración más amplia hacia soluciones de pago digitales y móviles. A medida que el pago contactless se convirtió en la norma, los consumidores se volvieron más receptivos a otros métodos de pago contactless, como e-wallets o pagos desde el celular. En respuesta, las empresas comenzaron a modernizar sus infraestructuras de punto de venta, dando paso a una era donde predominaban los mecanismos de pago digitales. Así, los efectos de las tarjetas contactless se extendieron mucho más allá de la mejora de experiencia, influyendo en tendencias más amplias en el comercio y la adopción de nuevas tecnologías.

¿Cómo evolucionó el ecosistema de pagos contactless hoy?

La revolución digital trajo consigo las E-Wallets o billeteras electrónicas. Estos repositorios digitales almacenan de forma segura los datos de pago del usuario y pueden estar vinculados a cuentas bancarias o prepagas. Accesibles a través de smartphones o tecnología portátil, estas billeteras tienen el atractivo añadido de consolidar varios instrumentos financieros en una plataforma unificada. Además, muchos proveedores de e-wallets incentivan a los usuarios con recompensas, reembolsos y programas de lealtad. La seguridad también es de primer nivel, con procesos de tokenización que aseguran que los detalles brutos de la tarjeta permanezcan ocultos durante las transacciones.

Luego está el método globalmente reconocido de Pagos QR (Respuesta Rápida). Para una transacción, se presenta un código QR, que el pagador escanea con su smartphone para ser redirigido a una plataforma de pago. Es un sistema especialmente versátil, que no está vinculado a NFC y simplemente requiere un dispositivo con cámara. Los comerciantes también lo encuentran rentable debido a su mínimo gasto de configuración, y su adopción generalizada en varios países y aplicaciones de pago significa su atractivo universal.

Volviendo a pagos NFC, Tap to Pay es esencialmente una derivación del paradigma de tarjetas de crédito contactless, pero integrado en teléfonos y smartwatches. Al almacenar detalles de tarjetas en teléfonos habilitados para NFC, los usuarios pueden realizar transacciones acercando su teléfono o reloj a terminales POS compatibles. Los beneficios de este enfoque son múltiples: ofrece la capacidad de realizar transacciones sin la necesidad de tarjetas físicas, consolida detalles de múltiples tarjetas en un solo dispositivo y a menudo requiere autenticaciones biométricas como huellas dactilares o escaneos faciales, garantizando una mayor seguridad.

Una de las últimas innovaciones en este espacio es Tap to Phone. Esto invierte los roles al convertir los smartphones en dispositivos POS improvisados. La ventaja distintiva aquí es la eliminación de la necesidad de que los comerciantes inviertan en hardware terminal separado. Ya sea una tienda emergente o un trabajador independiente, esta solución es perfecta para negocios en movimiento. Además, su potencial para democratizar los pagos digitales se extiende a comerciantes incluso en las áreas más remotas. 

¡Son muchas opciones! ¿¿Cómo elijo??

En última instancia, depende de muchos factores, pero podemos ayudar dando unos lineamientos básicos para tratar de aclarar el panorama. ¡Y siempre está la opción de contactarnos para charlar!

Comenzamos con lo más básico: ¿Ya tiene un sistema de Punto de Venta (POS)?

Sí: Avanza punto siguiente.

No: Considere adoptar una solución Tap to Phone, especialmente si busca un punto de entrada de bajo costo para aceptar pagos digitales. Si esto se adapta, la decisión termina aquí. Si desea más flexibilidad, proceder al punto siguiente.

¿Sus clientes están familiarizados con la tecnología?

Sí: Considere adoptar Tap to Pay y E-Wallets. Ambas son soluciones modernas que satisfacen a clientes orientados a la tecnología.

No: Inclínate hacia pagos con Tarjeta de Crédito contactless. Es intuitivo y los clientes no tienen que cambiar su comportamiento drásticamente.

¿Procesa un gran volumen de transacciones de bajo valor?

Sí: Tarjeta de Crédito contactless y/o Tap to Pay serían las más eficientes. Los pagos rápidos aceleran el proceso de transacción.

No: Si procesa menos transacciones de mayor valor, incorporar medidas de seguridad adicionales de E-Wallets o Pagos QR puede ser beneficioso.

¿Estás dispuesto a invertir en nueva infraestructura?

Sí: Obtenga soporte a Tarjetas de Crédito contactless y mejora tu sistema POS para soportar E-Wallets y Pagos QR.

No: Utilice soluciones Tap to Phone o simples Pagos QR que requieran una configuración mínima.

¿Opera en diversas ubicaciones, incluidas áreas remotas?

Sí: Tap to Phone y Pagos QR son excelentes. Son portátiles y no requieren una infraestructura sofisticada.

No: Si estás ubicado en áreas urbanas con buena conectividad, cualquiera de los métodos podría funcionar, pero Tap to Pay y E-Wallets podrían ofrecer mejores experiencias al cliente.

¿Planeas ofrecer promociones, puntos de lealtad u otros incentivos similares?

Sí: Las E-Wallets son su mejor opción. Están diseñadas para integrarse sin problemas con ofertas promocionales.

No: Priorice la velocidad y seguridad de la transacción. La Tecnología de Tarjeta de Crédito contactless y Tap to Pay podrían ser las opciones principales.

Tener soporte a una mayor cantidad de métodos de pago aumenta la audiencia potencial y hace más sencillo y menos trabajosa la experiencia de compra para su cliente.

Desde redbee ayudamos en el descubrimiento y construcción de las soluciones de pago mejor alineadas a sus necesidades. 

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